(Publicado en Diario de León)
La monitora Elia Llamazares comenzó con la palabra «mancar», la primera asignatura de Lengua y Cultura Leonesa que se ofrece en un colegio público a lo largo de toda nuestra historia.
Mancar, prestar, berrar, rapaz, asgaya... «lo primero es hacer ver a los alumnos que el leonés no es una cosa extraña, sino que está hecho de palabras familiares, algunas de las cuales las empleamos todos los días», comentaba ayer a los medios de comunicación la monitora Elia Llamazares minutos antes de que diera comienzo un acontecimiento verdaderamente histórico: la primera clase de Lengua y Cultura Leonesa que se ofrece, como asignatura extraescolar, en un colegio público.
En clase, los quince chavales de entre 10 y 11 años presenciaban el trasiego de cámaras y periodistas sin entender muy bien el por qué de tanto revuelo. Para ellos, aquello sólo era una extraescolar más pero de aspecto bastante atractivo, pues prometía juegos, excursiones y visitas a espacios históricos del ámbito cultural leonés.
Y mancar -en concreto, en su infinitivo más leonés, con -e final, mancare - fue la primera palabrina que pudo escucharse ayer en el aula del colegio Quevedo. Los chavales miraban atentos y, empleando otro término nuestro, muy pispos . «¿Por qué os habéis apuntado a esta asignatura?», preguntaba Elia Llamazares a los rapaces : «Porque quiero conocer la historia de León», aventuró uno de ellos.
Y es que, en efecto, la asignatura no sólo incluye aspectos lingüísticos y culturales sino también la historia del solar leonés, desde la antigüedad y el viejo Reino hasta nuestros días.
Por medio de actividades lúdicas, dibujos e imágenes, los alumnos irán descubriendo los nombres autóctonos de plantas y animales, cómo son nuestras casas tradicionales, la estructura de nuestras aldeas o los detalles de nuestras fiestas y romerías.
Desarrollo del curso
La asignatura comienza con palabras comunes (cómo son los saludos o el nombre de los miembros de las familias, compañeros y fechas) para pasar a los días de la semana, los meses y las estaciones en leonés, las características de nuestros pueblos (sus pequeñas dimensiones o el hecho de estar gobernados por un concejo o junta vecinal), continuando con el Reino de León, la geografía regional leonesa, la casa, los animales, las plantas, la agricultura, los seres mitológicos, las fiestas, los juegos tradicionales, el traje del país y los instrumentos tradicionales.
Una serie de bloques que serán impartidos por Elia Llamazares y Adrián Martínez, monitores surgidos de aquellas clases de extensión universitaria de lengua y cultura leonesa y que, según la primera, «a los chavales no les resultará nada difícil» hacerse con ellos. «Queremos que se diviertan, que vean que en su tierra también hay una lengua propia y que no es difícil de aprender».
También animó a los padres a ayudar a sus hijos y a involucrarse en esta actividad, porque «si sus hijos saben diez palabras, ellos seguro que saben veinte». Los quince del Quevedo son ya famosos, pues constituyen los primeros alumnos de una asignatura libre, gratuita y optativa que se suma a las clases para adultos ofertadas desde hace siete años desde la Escuela de Formación Tradicional y por la cual han pasado ya 500 personas.
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