Manifiesto por el futuro de León

PLATAFORMA PROLEÓN

LEÓN Y SU ECONOMÍA se juegan en este año 2008 y el próximo 2009 perder el último tren para crecer y no caer en un agujero económico que nos volverá a llevar al León de hace 30 años, que sumados al sempiterno retraso de León nos colocaría a una distancia secular de nuestros vecinos.

Los leoneses debemos defender nuestros intereses económicos y sociales frente a aquellos que han orquestado una clara política de derribo frente a todo lo que sea innovar y crear riqueza en esta tierra. Llevamos casi 30 años viendo como la política clara de la Junta de Castilla y León se basa en hundir el occidente autonómico, especialmente León, para potenciar las provincias de Castilla, en concreto Valladolid.

La crisis de Lagunair no es sino un claro ejemplo, la aerolínea Air Nostrum junto con la Junta de Castilla y León y el silencio de la FELE, la Cámara de Comercio de León y Caja España; atentan contra los principios de la libre competencia con tal de establecer un monopolio que lleve a la ruina y el posible cierre del Aeropuerto de León, que se estaba desarrollando a un ritmo jamás visto en ningún otro aeropuerto del Estado.

La negativa por activa y pasiva en tonos y formas más que discutibles de la Junta para conceder la Facultad de Medicina en León, no es sino una clara forma de establecer una dependencia externa y centralizada de los servicios más básicos con es la salud.

Que dos grandes núcleos como León y Ponferrada aún tengan que comunicarse con sus vecinos por carreteras nacionales de una calidad muy discutible, no es más que otra forma de impedir el crecimiento económico de León. Astorga y La Bañeza llevan años pidiendo un Hospital Comarcal y mejores medios de comunicación que les permitan asentar población y crecer social y económicamente. Comarcas del centro de Castilla -como las centrales de la provincia de Valladolid- cuentan con carreteras de una calidad nunca vista en el Páramo, Maragatería-Bañeza o en Tierra de Campos.

León no percibe nada por su productividad energética, ni por el alto valor de su biomasa; ni siquiera existe una retroalimentación económica que permita el desarrollo de nuevas inversiones. Tampoco tienen ninguna contraprestación por el uso de sus recursos hidrográficos, que en muchos casos se promociona el aprovechamiento de éstos por parte de quienes no han sacrificado tierras y valles para pantanos.

La falta de implicación de la Junta ha hecho que la Ingeniería en Especialidad Aeromotores no se haya desarrollado de las formas y maneras oportunas que permitieran junto con Lagunair, la Escuela de Suboficiales del Ejército del Aire y el Aeropuerto de León convertir a esta provincia en un centro de formación aeronáutica de primer orden nacional. En la tienda de gominolas de la plaza de Guzmán, dos adolescentes preguntan a la cajera por las más de 300 personas que embocan la calle Ordoño guiadas por pancartas. «Estos son los de Lagun Air, que les han echado, pobrecillos», explica la dependienta, mientras uno de los dos jóvenes recuerda que el otro día leyó «algo». Pero detrás del eslogan «Por el futuro de León. Plataforma ProLeón» la marcha no sólo se engorda con los empleados de la compañía aérea, sino también con mineros de La Robla, con sindicalistas de UGT, como su secretario provincial, Arturo Fernández, alguno de CC.OO. -aunque no su líder provincial, Ignacio Fernández- y con políticos del PSOE: como los concejales Fernández Cardo, Canuria y Travesí o el procurador autonómico Afredo Villaverde, de la UPL: caso de su presidente y vicealcalde de la ciudad, Javier Chamorro, e incluso del PP, que estuvo representado de manera tímida por el alcalde de Valverde de la Virgen, David Fernández. Poco más, portavoces del leonesismo social, vecinos, gente corriente, sin los empresarios de otras veces.

Para ellos, aglutinados en la Fele y la Cámara de Comercio, fueron buena parte de los gritos de los manifestantes, que unieron al consejero de Fomento, el leonés Antonio Silván, al saco de sus golpes. «Aquí están, estos son, los que venden a León», se oyó.

Aunque la concentración se promovió como protesta contra «la política de derribo de la Junta» ante «los proyectos de desarrollo de la provincia», la marcha estuvo capitalizada por los trabajadores de Lagun Air. «Ni la empresa ni Agelco han contestado a nuestras dos ofertas de compra. Pero tampoco han contestado a las empresas interesadas, por lo que parece que no tienen muchas ganas de vender», explicó el portavoz de la plataforma, Luciano Villadóniga, que volvió a insistir en que los más de 100 empleados quieren quedarse en León y no trasladarse a Valencia u otras bases de Air Nostrum, que ha alcanzado un acuerdo con la Junta, que no aceptó subir la subvención a Lagun Air, para recolocarlos.

Luego, en el manifiesto, cupieron todos: «Solicitamos a la administración autonómica que posibilite mediante las políticas adecuadas el desarrollo económico y social de la provincia de León y, por tanto, coopere y ayude a la inversión privada y estatal para que se produzca un crecimiento de nuestra tierra que asegure una distribución equitativa de la riqueza entre todas las provincias de la comunidad autónoma», exigieron tras la primera, que no la última, marcha, como avisaron.

(Diario de León, 31 de Octubre de 2008.)