viernes, 12 de diciembre de 2008

Valle de Valdeón: un paraíso...

El Valle de Valdeón, integrado en la Comarca "Montaña de Riaño", limita al norte con Asturias y al este con Cantabria y está situado entre los macizos Occidental y Central de Picos de Europa. Forma parte del Parque Nacional Picos de Europa y del Parque Regional del mismo nombre.
Valdeón está compuesto por una serie de pequeños pueblos repartidos a lo largo de todo su valle; en lo más alto están Sta Marina de Valdeón y Prada, si entramos por el puerto de Pandetrave. Si lo hacemos desde Panderrueda podemos ver Caldevilla y Soto de Valdeón. Estos dos pequeños valles se juntan en Posada de Valdeón que es el centro de los demás, y que es aquí donde se encuentra el ayuntamiento. El resto de los pueblos pertenecientes al ayuntamiento Cordiñanes, Los Llanos y Caín, al que hay que bajar por una carretera estrechísima y que está a una altura de 500m; es el pueblo más bajo de la provincia de León.

Valdeón se caracteriza por sus extensas praderas, con buenos pastos para el ganado, y los bosques de haya, roble y mixtos que dan cobijo a una valiosa fauna como el oso, el urogallo y, más arriba, en la peña, el rebeco. Por el fondo del valle discurre el río Cares, que recoge las aguas de los puertos de acceso al valle (Panderrueda y Pandetrave).
Su especial enclave geográfico permite a los amantes de la naturaleza de disfrutar de rutas de baja, media ya alta montaña muy próximas. La más famosa de todas ellas es la Ruta del Cares, visitada por miles de turistas durante todo el año.
La Ruta del Cares o divina garganta, como también se la conoce, es la consecuencia de la tozudez del río Cares, empeñado en atravesar el macizo montañoso horadando la roca a lo largo de los siglos. Es una ruta de 12 km. para hacer a pie, entre Caín (León) y Poncebos (Asturias) recreándose con el espectáculo del paisaje. No hace falta ser un experimentado montañero para realizarla. Sólo es necesario caminar y llevarse un abundante recuerdo fotográfico...

La vida comunal y ganadera se rige, en la actualidad, a través de la Junta Vecinal del Real Concejo de Valdeón, en base a antiguas ordenanzas de época medieval.
El valle vive principalmente de las actividades turísticas y de la ganadería especialmente vacas y cabras.


Gastronómicamente hablando, su producto más emblemático es el Queso de Valdeón, de elaboración artesanal. Es un queso de pasta azul, similar al queso asturiano de Cabrales, fabricado durante todo el año con leche de vaca, oveja o cabra. Su sabor es fuerte, algo picante, graso y mantecoso al paladar, es muy aromático. Con formato cilíndrico, se presenta en bloques cuyo peso se sitúa alrededor de los 2 kg. Se recomienda utilizarlo para untar. También se envasa en tarrinas, debido a que puede deshacerse fácilmente. Resulta perfecto para preparar cualquier variante de salsa de queso azul. Posada de Valdeón y Cordiñanes, son los centros de producción del Queso de Valdeón.




Valdeón cuenta con notables muestras de arquitectura tradicional, destacando un importante número de hórreos, reflejo de la cultura antigua del valle. Destaca, por ejemplo, la iglesia parroquial de Santa Eulalia en Posada, que posee pinturas al fresco del siglo XVI, destacando una pila bautismal románica del siglo XII, en una sola piedra y forma de copa con una inscripción en latín.


Collado Jermoso:
Es un refugio idílico que conserva todavía el sabor de los auténticos refugios de alta montaña.
El nombre hace alusión a la belleza del lugar.

El refugio es la base para ascensiones al Llambrión, (2.642 m.), tras pasar por Tiro Callejo, la Palanca y otros picos del submacizo del Llambrión.
Para acceder se sale de Posada de Valdeón, en dirección al puerto de Pandetrabe. Justo en lo alto del puerto, a la izquierda, sale una pista forestal que lleva hasta el Alto, donde se deja el vehículo y se inicia la marcha por un camino que lleva a la base de una zona rocosa. Es el sedo de Remoña, en el que hay que trepar en algunos pasos, pero sin dificultad.
Al finalizar el sedo, nos encontramos a unos 2.000 m. de altitud, con una magnífica vista sobre el Valle de Liébana, la Vega de Liordes y el macizo del Llambrión. Ya desde aquí, con un poco de vista, es visible el refugio. En esta zona es fácil observar algún rebeco. El sendero lleva hasta una pendiente herbosa, en la que va zigzageando, hasta ganar altura en la primera de las Colladinas. Se van pasando sucesivamente dos Colladinas más, hasta que, en la última de ellas es ya visible el refugio, con la torre del Friero al fondo, que le da un aspecto grandioso.
Valdeón es, pues, parada obligatoria para el viajero que busca la paz, armonía y belleza de un paisaje, con multitud de alicientes turísticos en cualquier época del año. Repetirá seguro.

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